La Cacica Cuaspud
En esta entrada se mostrará un breve relato de una de las leyendas existentes entre la comunidad indígena del resguardo indígena de Cumbal, por parte de un mayor de la parcialidad. El relato dice:
Figura 1. Pueblo de Cumbal. Fuente Sandra Jimena Cuaical ver sitio
"La virgen se remaneció en el sector Cuaspud Chiquito, que hace parte de la vereda Cuaspud, la tercera y sexta vereda del resguardo de Cumbal. La historia empieza así, que había una velación, disque se pusieron a discutir entre ellos, entonces, la imagen o estatua de la virgen, que cogió y se fue. En la misma ocasión (u en otra ocasión, no se sabe), una señora que iba de camino a Tulcán, y delante de ella iba otra señora, en el mismo camino, entonces para tener compañía e ir conversando, la alcanzó a la señora (que era la virgen, pero en el momento, sólo pensó de que era una persona normal), y le preguntó, que, a donde se iba, le contesto que a Tulcán (Cantón y municipalidad de la provincia del Carchi, república de Ecuador), y le devolvió la pregunta, que a dónde iba, entonces la señora también le respondió, que iba a Tulcán, entonces la particular señora (la virgen del Carmen), le dijo estas palabras, “vos te vas a traer tu negocio”, (en aquellos tiempos, ya existía el contrabando, y estaba mal visto por las personas ricas, de ese entonces), y caminaron otro momento y medio que se adelantó unos segundos la señora, cuando volteó a mirar ya no miró a la irreverente señor, que era la virgen del Carmen".
Relato Original de: José Fernando Alpala, morador de la vereda Cuaical del resguardo indígena del Gran Cumbal.
Figura 2. "virgen del Carmen". Fuente ver link
Una de las hipótesis sobre el relato anterior, es uno más de las tantas experiencias espirituales, con taitas y mamas ya desaparecidos en las culturas andinas, y aquí en la cultura Pasto, también se encuentran relatos parecidos de Juan Chiles, hoy nuestro señor del río, la cacica Gabriela Mayquer o la vieja de moledoras, la mama María Mueces de Quiñones conocida como la virgen del Rosario de las Lajas, del municipio de Ipiales, el taita Ayala, la vieja del monte, madre monte o Kalanguza; todos esos relatos, los he conocido que han ocurrido dentro del territorio, lo que no niego que pueden haber muchas otras experiencias, algunas de ellas, transformadas como santos o vírgenes (santas), pero algunos de ellos, aún mantienen la personalidad indígena, otros se transforma en viejas y espíritus del monte, ríos, lagunas, chorreras y quebradas, por donde transitan.
En conclusión, con lo anterior, se puede deducir que, si quitamos el sincretismo religioso, y con la concepción de que el dios católico no existe, y que ni sus santos menos, o son espiritualidades de las mismas culturas indígenas, la virgen del Carmen como la describe el sabedor, es posiblemente una cacica Cuaspud, del cacicazgo de Cuaspud, hoy vereda y me atrevo a decir, que ella era la cacica de este sitio y que ordenó este territorio, durante muchos años. Pero que, según relatos, el resguardo de Cumbal, se fraccionaba en tres pequeños cacicazgos, el de Tasmag dirigido por el cacique Tasmacur, el del cacicazgo de Nazate Cuetial, ordenado por el cacique Nazate (aunque hay sabedores que cuentan que los nazates fueron llegados del sitio llamado Nazate en el resguardo de Chiles) y el de la vereda Cuaspud, que no se, conoce, quien lo dirigía. Lo que lleva a seguir indagando respetuosamente estos temas y a aceptar las críticas de mis pares indígenas del pueblo Pasto.
Transcriptor: Miguel Ángel Quilismal Taramuel.
Pai por leer.
